Versos para la Morena

Adios mi prenda querida
espero volverte a verte,
te dejo mi despedida
mas no dejo de quererte.

Dichosa ha sido mi vida,
dichosa por conocerte
y si no puedo tenerte
¿Para qué quiero la vida?
Mejor que venga la muerte...

El paraguas itinerante...

Ha terminado la andanza segunda. Inició en plena madrugada, gélida como lo son en la megalópolis. Cual misión secreta entre las sombras y el frío hicimos la intervención del espacio urbano, el paraguas suspendido se hacia notar por su levitación y contrastante color en medio de grises y verdes de la plaza Solidaridad. Una vez hecha la irrupción regresamos al letargo del sueño, en ese plano el paraguas toma un cáriz viajero, traslada a Sandra a la playa... Me despierto con el frío matinal y al salir para retornar al hogar el paraguas a partido ¿Se habrá ido a alguna playa virgen para huir de este frío que cala hasta lo más hondo????? Ojalá que nos envíe una postal o regrese con arena entre las comisuras y el inconfundible aroma del mar...

Y comienza la versada...

Para la Petenera

Eres bella Petenera
la del corazón gigante,
envuelveme con tus brazos
y dame un beso asfixiante
aunque acabes con mi vida
porque quiero ser tu amante.

De la mar has emergido
cual silueta fantasmal
y al mirarte solo quiero
atravesar el umbral,
abandonando mi vida
siguiendote hasta el final.

En la red de tus cabellos
has atrapado mi vida,
con la lanza de tu canto
no hay hombre que no se rinda,
cuando sales a la pesca
no hay presa que sea perdida.

Andanza primera

Madrugada helada y un día en el que el sol devora la piel, así recordaré la circunstancia de está primer andanza. Unos cuantos pesos en el bolsillo, un corazón lleno de metas a realizar. Un arroz cocinado al fuego de una amistad familiar, una cena al fragor de otra hornilla con un gusto y sazón diferente. Tacón que hace sonar la madera, versos que son voz para el corazón, sirenas seductoras en la mente del deseo...